Posts etiquetados ‘pecados’

Desde que comencé en los caminos de Dios, en respuesta al Amos de Dios he buscado no cometer pecados, pero me es imposible, “pues no hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco” (Rom 7, 19). Entonces me he sentido indigno del Amor de Dios y no merecedor de tal regalo, por lo tanto he buscado no ser pecador.

Pero descubrí que esto está mal, porque me estoy negando a mí mismo, si Dios me eligió para ser su hijo y darme su Amor no soy quien para decirle que no.

La falla humana es estructural, es esencial, no puedo no pecar. Lo que me define es mi incapacidad de cumplir en todo la voluntad de Dios. No puedo aunque quisiera. Necesito de la fuerza de Dios para desear hacer su voluntad.  La precariedad esta no solo en hacer cosas malas, sino en la incapacidad para hacer el bien absolutamente.

Entonces nos tenemos que reconocer pecadores, reconocernos necesitados de la gracia de Dios para querer hacer su Voluntad, solos no podemos, no podemos ser dioses.

Si tú aceptaste a Jesús como Salvador, ya ganaste la vida eterna.

A veces nos esforzamos tanto por no pecar que ponemos en al centro el pecado en nuestra vida, y dejamos de lado a nuestro Señor Jesús.

La persona santa no es quien no peca, sino el que sigue a Jesús, el que busca parecerse al único y verdaderamente Santo.
Ser pecador no es malo, ser limitados no es el problema, sino el no aceptarlo, buscamos y necesitamos el Bien, que es el mismo Dios para ser plenamente felices. La única manera de ser santo es pasando más rato con Jesús, para que el con su gracia haga la obra.

 

Señor, solo tu sabes por que me creaste, y te doy las gracias por hacerlo. Hoy me quiero declarar necesitado ante ti, y decirte que solo tu Gracia me basta para ser como tu quieres que sea. Gracias Jesús por salvarme y capacitarme para ser hijo de Dios, te pido Espíritu Santo que tu me guíes y enseñes a hacer la Voluntad del Padre, que es la única buena y agradable. Todo esto te lo pido en el Nombre de Jesús y por intercesión de María Santísima. Amen.

 

 

Jesús, que es Dios, bajo del cielo, para vivir una vida como humano, como la tuya y la mía, se hizo como un pecador, no siendo, se identifico con el pecado, sin nunca cometerlo. Y un día hace 2000 años, que mas tarde seria conocido como Viernes Santo, voluntariamente se entrego a la muerte, en un madero, colgado, donde con su propia Sangre pago nuestra culpa. Al tercer día Dios lo resucito, venció a la muerte y hoy está vivo!!!. Pero el Pecado, tu pecado esta muerto en la cruz.

Y por la gracia de Jesús, a nosotros también nos resucito, nos hizo nuevas creaturas, con nueva vida, donde el pecado ya no tiene poder sobre nosotros!!!

Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.                      Juan  3, 16                                                                                                                                                                         

 Entonces lo único que tienes que hacer creer que Jesús es tu Salvador!!!

Porque él nos dice en la Escritura: En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.                                                                                                         2 Corintios 6, 2

Hoy es el día, no es mañana, ni pasado, ni algún día, es hoy. Tú puedes recibir a Jesús en tu vida, aceptarlo como tu Salvador personal. Entregarle toda tu vida, todo ámbito, toda situación, para que Él sea tu Señor, tu rey, quien gobierne tu vida, quien la conduzca, y proteja. Y creer que Él es tu Mesías, el que está lleno de Espíritu Santo, y además te puede llenar a ti. No importa en qué situación te encuentres.

Te invito si aun no lo has hecho, y si ya lo hiciste, que renueves tu fe.

Esta no es una oración mas, esta oración cambiara tu vida. Y por eso te pido que lo hagas en voz alta, para que te escuches.

Dios te pido perdón por todos mis pecados (pídele perdón a Dios por tus pecados) Yo (pon tu nombre) renuncio a Satanás, a todas sus obras y seducciones. Yo (pon tu nombre) acepto a Jesús como mi único Señor, y proclamo a Jesús como mi Salvador personal de mi vida pasada, presente y futura. Y te acepto como mi Mesías, y te pido que me llenes de tu Espíritu Santo, ven Espíritu y llena mi vida. Gracias Señor. Amén.

 Bienvenido, eres nueva criatura en Cristo, y hoy comienza la vida eterna para ti. Créelo!!!

                                     ¡Yavé, tu Dios, está en medio de ti, el héroe que te salva! 

                                                                                                                         Sofonías 3, 17